En un día soleado —casi caluroso en algunos momentos— alcanzamos la cumbre de este mítico volcán que supera los 6.740 mts., luego de 9 horas de ascenso.
San Pedro de Atacama
Comenzamos con el proceso de aclimatación en San Pedro de Atacama, con los ascensos a los amistosos cerro Toco y volcán Láscar, ambas montañas que superan los 5.600 mts. de altitud. Estas montañas —de fácil y breve ascenso— permiten enfrentar los diferentes campamentos del Lullaillaco contando con algunas horas de altura que facilitan al cuerpo comenzar a acostumbrarse a los cambios de altitudes a medida que se avanza en la montaña. Además, siempre resulta más grato y cómodo retornar a la habitación de un hotel, que garantiza un mejor descanso y preparación para enfrentar a la montaña.
El viaje
Una vez concluidos los ascensos de preparación, enfilamos rumbo al Lulla, dirigiéndonos hacia el sur por la ruta 23 CH, cerca de 260 kms. Este camino atraviesa extensas áreas desérticas, despobladas y completamente alejadas de cualquier tipo de contacto con “civilización” alrededor , lo que confiere un grado de aislamiento bastante serio. Aun así, los paisajes son verdaderamente sobrecogedores. La sensación de lejanía lo convierte definitivamente en un sentimiento especial.
Tras algunas horas de viaje, es posible alcanzar un antiguo villorrio en la abandonadas estación de trenes Monturaqui, —inaugurada en 1948— emplazamiento ubicado a los 3.450 mts. de altitud y que muestra el paso del tiempo en esta alejada zona que alguna vez buscó el objetivo de unir las ciudades de Antofagasta y Salta, en Argentina.
El volcán
Como es de costumbre, el ascenso fue en solitario, sin la presencia de más gente en la montaña, pues se trata de un recorrido muy duro, incluso para gente con experiencia.
El día de cumbre comenzó a las 3:20 am, bajo una oscura pero muy estrellada noche, dando paso luego a un despejado y soleado día, con muy poco viento, lo que ayudó para conseguir la tan anhelada cumbre cerca del mediodía. Algunas fotos y de regreso al campamento alto, ubicado a 5.550 mts.
Al día siguiente retornamos al campamento base, donde terminamos de ordenar el equipo y nos devolvimos a Antofagasta por una merecida ducha.
Felicitaciones a Pierre, no sólo por la cumbre conseguida, si no sobre todo por su tremendo ánimo, entusiasmo y simpatía durante este largo viaje que comenzó hace casi 2 semanas.
Cumbres volcanes Aucanquilcha, Palpana y San Pablo
Los días 13 a 21 de septiembre realizamos un triple ascenso en la región de Antofagasta de los volcanes Aucanquilcha (6.187), Palpana (6.030) y San Pablo (6.088), contando con un muy buen tiempo, aprovechando los días feriados del 18 Xl de este 2024.
Comenzamos con el ascenso al clásico cerro Toco (5.615) desde San Pedro de Atacama, como parte del proceso de aclimatación, para luego viajar hacia el pueblo de Ollagüe, a 3.670 mts., desde donde iniciamos el camino del triple ascenso con los 2 primeros: Aucanquilcha y Palpana.
Tuvimos que tomar una variante más larga en el camino de aproximación, pues el habitual se encuentra cortado debido a surcos y grietas generados por las lluvias propias del invierno altiplánico, impidiendo el paso. Este es un camino muy atractivo que comienza en Ollagüe hacia el noreste para luego cambiar al noreste, en dirección hacia la carretera que se dirige a Iquique. Bien vale la pena de tener tiempo recorrerlo para ver antiguas estaciones de tren abandonadas hace décadas, pero que alguna vez fue de gran utilidad cuando existía la explotación de azufre.
Una vez en el inicio de la marcha, cerca de los 5.200 mts., a la que se accede tomando un evidente camino que se dirige hacia el sur por una buena huella, se puede apreciar de inmediato lo realmente imponente y sobrecogedor de las instalaciones abandonadas: materiales, torres, casetas, roldanas, etc., de la antigua azufrera que operó desde 1912 hasta su cierre en 1992.
El camino, siendo muy simple, recorre un largo zig zag que permite un ascenso menos exigente que tomar la ruta directa por la quebrada, pero igual resulta pesado debido a lo arenoso del terreno. En algunas horas —ya pisando los 6.000 mts.—, se alcanza la base de las torres y los restos de una caseta, vivienda anterior de hombres que trabajaban en la mina.
Desde este punto, el camino es poco evidente, pero al encontrarlo es bastante simple y bastó con seguir la huella vehicular que, aunque se pierde en uno de sus tramos, en otro continúa hasta ¡la cumbre! Sí, cuesta creer que existe un camino que antes permitía alcanzar casi 6.200 mts. de altitud. Ventosa y fría cumbre, por lo que sólo algunas fotos y a descender. En poco más de 2 horas ya estábamos en la camioneta para luego comenzar el viaje de retorno a Ollagüe. Este sería el primero de los 3 seismiles por los que vinimos.
El día siguiente sólo fue de descanso, de sesiones fotográficas en la antigua estación de trenes y también de varias e interesantes construcciones abandonadas, además de visitar por un rato la inauguración de la ramada oficial de Ollagüe, viendo desde un inicio cómo armaban aún los diferentes puestos, juegos y otros durante la tarde. Y, por supuesto, recibiendo gustosamente un dulce terremoto de parte de los organizadores.
La noche no fue muy agradable debido a que nuestro hostal quedaba próximo a la ramada, así que luego de un sueño bastante irregular, salimos muy de madrugada al siguiente objetivo: el volcán Palpana, de 6.032 mts. Bajo una luna llena al 100%, salimos desde Ollagüe rumbo al punto donde nos desviábamos del camino principal, al costado del impresionante salar de Ascotán quien, con su suave y plateado brillo nocturno, resaltaba con el contraste de las montañas que lo rodeaban.
Aunque tomó algunos minutos encontrar la huella que conducía hacia el volcán, el camino fue expedito y, dentro de todo, bastante bueno considerando que no se trata de una montaña que cuente con visitas seguidas.
Ya a los pies de la pedregosa arista que se dirigía al hombro bajo la cumbre, ascendimos en línea casi recta por sus firmes laderas rocosas. Fue un desnivel bastante largo —más de 1.700 mts.—, ganando altura rápidamente, pero de forma cansadora. Último traverse y remontada de una ladera con algo más de pendiente y ya estábamos en la cima del segundo objetivo trazado inicialmente. Al igual que el primero —Aucanquilcha—, la cumbre nos recibió con bastante y frío viento, pero que no impidió tomar algunas fotos muy contentos con lo logrado, para luego bajar por el costado de la ruta de ascenso, más rápida y en forma directa. Cerca de la medianoche estábamos ahora en Chiu Chiu, pintoresco y hermoso pueblo ubicado en pleno desierto, a 30 kms. de Calama, en el excelente hostal de Silvia (Sol del Desierto).
No tuvimos mucho tiempo de descanso, así que luego de un tremendo desayuno, fuimos a hacer algunas compras en Chiu Chiu para ya viajar hacia el siguiente objetivo, el tercero y último de las 3 montañas: el volcán San Pablo, de 6.088 mts. de altitud.
El camino hasta el campamento base es muy lindo, rodeado de grandes montañas y bajo la atenta y curiosa mirada de muchas vicuñas que habitan en el sector. Además, tuvimos la oportunidad de ver algunos ejemplares de Suri, el ñandú del norte del país, pero que no dio tiempo para fotografiarlos.
Una vez alcanzado el solitario campamento —el único que hicimos—, ubicado casi a 4.600 mts., descansamos durante la noche para salir también muy temprano y así aprovechar al máximo la luz del día. Aunque esta montaña posee un campamento alto sobre los 5.200 mts., decidimos comenzar desde el mismo base, caminando más, pero durmiendo a menor altura. Fue una larga jornada donde contamos con un excelente tiempo, incluso en su punto más alto, siendo la única donde estuvimos disfrutando la cumbre bajo un cálido sol del atardecer. El descenso fue tranquilo y tomó algunas horas alcanzar nuevamente el campamento, para desarmarlo rápidamente y viajar hacie el hostal en Chiu Chiu, donde luego de una reparadora ducha, descansamos con la felicidad de haber conseguido los tres objetivos por los que viajamos.
Último día, orden de equipos, almuerzo en el pueblo y traslado al aeropuerto de Calama donde nos juntamos para devolver la noble camioneta a Felipe para retornar a Santiago por la tarde. Nuevamente felicitaciones a Cathy y Renato quienes demostraron como siempre lo fuertes que son en este tipo de escenarios, siempre “para arriba” y con ganas de seguir alcanzando nuevas cumbres.
Programa especial para socios de los clubes DAV y Malayos, para cordadas autónomas durante el ascenso al volcán Llullaillaco, de 6.739 mts, con experiencia media en altura.
PROGRAMA
Santiago – Antofagasta – Camp. Imilac (3.550 m).
Camp. Imilac – Ref. Zorritas (4.100 m)
Ref. Zorritas – Trek a C1 (4.850 m) – Ref. Zorritas
Ref. Zorritas – C1 – Porteo a C2 (5.600 m) – Ref. Zorritas
Ref. Zorritas – C1
C1 – C2
C2 – Cumbre (6.739 m) – C2
C2 – Ref. Zorritas – Traslado a hotel en Antofagasta
Antofagasta; Traslado a aeropuerto – Santiago
REQUISITOS
Salud y condición física acorde con la actividad. Algún curso de montaña y experiencia en altura.
INCLUYE
Guía de alta montaña y logística.
Transporte en camioneta 4×4.
Radios VHF y teléfono satelital (llamados de emergencia).
Equipo de seguridad y primeros auxilios.
1 noche de hotel en habitaciones individuales en Antofagasta.
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