La escalada de cascadas de hielo es una disciplina muy exigente tanto física como mentalmente. Trepar por agua congelada requiere de una habilidad importante, un estado físico entrenado y una cabeza fría. No obstante, mediante el uso de técnicas adecuadas y la elección de itinerarios acordes al nivel de cada escalador, hacen de este deporte una entretenida y emocionante actividad.