seismiles

Trek_campo_base_K2_AndesContact

Próximos cursos, ascensos y trekkings

Nuevos cursos, ascensos y trekkings para los meses de mayo a agosto.

Más info>>

Próximos cursos, ascensos y trekkings Read More »

¡Cumbre volcán Tupungato – 6.585 mts!

Camino a la cumbre del Tupungato, 12 marzo 2023 (Foto: Adolfo Dell´Orto S.)

Cumbre Volcán Tupungato – 6.585 mts.

El día 12 de marzo alcanzamos la cima de este imponente volcán, ubicado en el límite con Argentina, en pleno corazón de Los Andes centrales de Chile.

Este viaje debió haberse realizado la primera semana de enero, pero fue aplazado por mal tiempo; solo recordar los aluviones en el Cajón del Maipo durante esos días debido a lluvias en altura. Se esperó hasta último momento y el tiempo acompañaba, por lo que solo quedaba confirmar a Marcelino (arriero), ordenar el equipo, comprar la comida y partir.

Día 1:

Salimos de Santiago relativamente temprano, ya con los primeros tacos de inicio de año escolar, reuniéndonos casi a la hora acordada en Alfalfal. Nos juntamos con Marcelino al final del camino vehicular (puente cortado en Chacayar), ordenamos, dejamos listas las cargas para las mulas y comenzamos la marcha de aproximación.
Bastante caluroso el día, pero a medida que ascendíamos por el cajón —bordeando el río Colorado— se podía sentir algo de brisa en la cara, de otra manera hubiera sido de verdad asfixiante.

El camino transcurre por senderos bien definidos, ganando altura lentamente hasta el sector de Baños Azules o Pozones, donde hay que bajar desde la llanura superior para luego cruzar el río Museo y ascender hasta una arista que obliga a bajar nuevamente, cruzar el río Azufre —caudaloso y siempre con ese color chocolate— para otra vez volver a subir.

Último tramo antes de alcanzar el primer campamento (Aguas Buenas). (Foto: Adolfo Dell´Orto S.)

Un nuevo valle que se estrecha hacia el sureste, flaqueado por paredones verticales de estratos y que vuelve a abrirse tras pasar por una cerca, deja al grupo en el campamento 1 —Aguas Buenas—, protegido sector, provisto de un cobertizo de los arrieros y con una parrilla que invita a sentarse en torno a un asado. Y así fue; devoramos lo que sería el último lujo antes de entrar al verdadero terreno montañoso.

Día 2

Orden de equipo, carga de animales, algunas fotos a los cururos que se asomaban fuera de sus galerías e inicio de nueva marcha, sobre un amplio valle que se dividía en 2 luego de un par de horas de caminata. Nunca deja de impresionar la vista del  cerro Chimbote, de 5.493 mts., al final del Cajón de los Perdidos.

Sebastián, Armando, Teresa, Caherine y Pablo con el cerro Chimbote de fondo, un cerro que solo se logró alcanzar la cumbre en 2011, por la cordada Farías-Fainberg. (Foto: Adolfo Dell´Orto S.)

Tas unas 2,5 horas de marcha aparece la primera vista del Tupungato, hacia el sureste, dejando en claro que el ascenso no iba a ser breve ni menos simple, pero verlo ya constituía una emoción tremenda.

Una vez atravesado el famoso “Mal Paso”, que esta vez no fue tan malo como en otras oportunidades, se alcanza el campamento Vega de los Flojos, un hermoso y amplio lugar para acampar, teniendo como telón de fondo las glaciadas laderas del cerro Sierra Bella —5.275 mts.— quien, a pesar que ha perdido dramáticamente hielo de sus laderas, sigue siendo una montaña realmente linda.

El campamento Perdices, a 3.700 mts. aprox, es unlugar cómodo y muy lindo para pasar la noche. Protegido por algunas rocas y con agua a mano, es un excelente lugar para pasar la segunda noche.

Campamento Perdices, aprox 3.700 mts. (Foto: Adolfo Dell´Orto S.)

Día 3

Luego de una agradable noche bajo un estrellado cielo y tras ordenar las cargas para que Marcelino las subiera al campamento Penitentes (4.400 ms.) e incluso un par más hasta el siguiente, reanudamos la marcha. El terreno era bastante pedregoso —lecho del estero— pero en poco tiempo alcanzamos el sendero que baja desde el volcán mismo. Progresivamente íbamos ganando altura, lo que permitía admirar las montañas de fondo, como el Sierra Bella y ahora el Polleras (5.993. mts.) —pedazo de cerro—, hacia el norte, entre otros.

Cerros (izq. a der.) Polleras y Sierra Bella, tomada desde el sendero que conduce hacia el campamento a 5.150 mts. Vista hacia el noreste (Foto: Adolfo Dell´Orto S.)

 

Día 4

Tras otra agradable noche ahora en el campamento penitentes, nuevamente ordenamos todos los equipos y cargamos las mochilas, dejando ordenadas las cosas que iban a permanecer hasta nuestro regreso. Ascendimos por un sinuoso y suelto sendero hasta el siguiente campamento.

Luego de superar este tramo, encontramos un valle de altura provisto de varias pircas, siendo una muy buena alternativa para montar campamento. El último tramo del camino fue a través de una huella bien definida sobre una ladera que ganaba en pendiente mientras ascendíamos, la que nos dejó en el campamento ubicado a 5.150 m aproximadamente. Una amplia explanada con algunas pircas, bastante agua y buena vista hacia el norte y oeste, fueron nuestro refugio durante las siguientes 3 noches.

Vista hacia el Aconcagua, la mayor altura de América (6.963 mts.). (Foto: Adolfo Dell´Orto S.)

Día 5

Ese día vimos diferentes opciones en la estrategia para alcanzar la cumbre: una de ellas era portear equipo hacia el siguiente campamento ubicado 5.650 m para luego retornar  y, al día siguiente, tomar el resto del equipo y acampar en la altitud antes mencionada. La otra opción que fue la que finalmente acordamos todos, consistía en portear el resto del equipo al campamento de altura para luego —al día siguiente— descansar en el campamento a 5.150 mts. Esta es una buena opción para poder descansar a una altitud menor.

Día 6

Día de descanso, de hidratación y comer en abundancia; preparación de equipo para el día de cumbre e ir a dormir temprano. Ansiedad.

Primeros rayos solares, alumbrando a los cerros Sierra Bella, Polleras y Polleritas. Vista hacia el noreste.

Día 7 (de cumbre):

Y llegó el día. Despertadores a las 3 am. A pesar de la cantidad de horas en el interior del saco de dormir, pocos durmieron bien: ansiedad, nerviosismo, ganas. Café, algo para comer y salimos algo después de las 4:40 am. Seguimos las luces de un grupo de argentinos que habían llegado al campamento el día anterior y continuamos la marcha juntos. Antes de las primeras luces del amanecer, el grupo se tuvo que dividir momentáneamente para luego volver a reunirnos después de un rato. Lindo día, poco fría la amanecida y buen paso hacia los pies de la canaleta, famoso estrecho corredor que gana altura progresivamente entre piedras, neveros y penitentes que no obstaculizaban tanto la marcha.

 

Catherine y Teresa en la cumbre del volcán Tupungato; poco antes Sebastián y Pablo la habían alcanzado, pero el fuerte viento les impidió esperar al resto (Foto: Adolfo Dell´Orto).

Ya sobre la explanada y tras dejar la canaleta, el viento comenzó a soplar intensamente —no muy frío— pero sin dar tregua. Saludamos a los argentinos que hicieron cumbre previamente y seguimos hacia el filo que conduce a la cima de norte a sur. Hacia el este el viento era menos intenso debido a que la artista nos protegía, pero al asomarnos levemente sobre ella, se volvía a sentir con fuerza. Los primeros en hacer cumbre (Sebastián y Pablo), llegaron unos 45 antes y nos topamos cerca de la cumbre chilena. Otros 45 minutos más y la cumbre ya estaba bajo nuestros pies. Solo un par de fotos, videos y a emprender la bajada. Teresa y Cathy felices a más no poder.

Algunas nube que acompañaron el camino, mientras el grupo desciende a los pies de la canaleta. Fotos: Adolfo Dell´Orto.

Algunas nubes rodearon el cono cimero mientas descendíamos, pero se concentraron principalmente sobre el campamento —1.400 mts más abajo—, por lo que no fue un obstáculo. De hecho, dejó ver unas imágenes muy lindas que generaba el contraste entre nubes, cerro y cielo.

Descenso de la canaleta y nubes de fondo.Ya de regreso al campamento, algo rápido para comer y a descansar. Fue una larga jornada que tomó varias horas y metros de desnivel, pero la satisfacción de haber alcanzado el objetivo fue superior a todo el cansancio, frío y dificultades vividas durante el camino hacia el punto más alto.

Día 8

Levantamos campamento y dirigimos la marcha hacia campamento Penitentes donde, luego de comer e hidratarnos, continuamos el camino hacia el siguiente campamento —Perdices—, para pasar la noche a menor altitud y en un más cómodo y protegido emplazamiento. Extendimos unos nylon en el suelo, sacos de dormir y a mirar el cielo estrellado.

Día 9

Muy temprano Marcelino y Nacho pasaron con las mulas para recoger la carga dejada en Penitentes, por lo que ordenamos las cosas que íbamos a dejar para que él recogiera después y reanudamos la marcha hacia Aguas Buenas, último campamento antes de regresar a Santiago.

Lindo día, algo de viento que hizo menos calurosa la jornada y ciertamente con la tremenda satisfacción de la cumbre conseguida. Y los pensamientos que se cruzan en el monólogo interno mientras se camina son siempre —o casi— los mismos: la felicidad de la cima. Más allá del cansancio del viaje y del duro día anterior, el sentimiento de bajar con la cumbre es difícil de transmitir a través de estas líneas. No se trata sólo de un número que engrosa el listado de cumbres anotados en una hoja, es un trabajo que comienza muchas semanas antes y estar en el cerro intentando esa cumbre  sólo es la consecuencia de lo anterior. Insisto, es difícil —o no sé cómo— llevar a palabras ese sentimiento.

En fin. Algunas horas de marcha y Aguas Buenas, último campamento donde nos esperaba un maravilloso asado —por preparar—, cervezas, bebidas, etc. Para no creerlo.

De izq. a der.: Catherine, Marcelino, Pablo, Nacho, Sebastián, Armando y Teresa esperan ansiosos un más que merecido asado post cumbre…¡maravilloso! (Foto: Adolfo Dell ´Orto).

Día 10

Y llegó el último día de este extraordinario viaje. Orden de equipo, carga de mulas y a caminar. Algunas horas de marcha por el mismo camino que habíamos iniciado 10 días antes cargados de ilusión y sueños. Ahora devolvíamos los pasos con la pega hecha, sin novedad alguna y una felicidad indescriptible. Arriba de los autos y a la espera de una más que merecida ducha.

Marzo 2023

Sebastián, Pablo, Marcelino, Armando, Teresa, Catherine y Adolfo, última foto grupal antes del regreso. Foto: Nacho.

 

¡Cumbre volcán Tupungato – 6.585 mts! Read More »

Próximo ascenso volcán Tupungato – 6.585 mts.

Tupungato, 6.585 mts.

Desde el día 7 hasta el 15 de marzo realizaremos el intento a la cumbre del volcán Tupungato, de 6.585 mts., la máxima altura de Chile central.

El ascenso a esta montaña tiene todas las condiciones de un viaje a la alta montaña de Los Andes centrales: en extremo alejado, muy frío, ventoso y con noches a gran altitud, pero todo lo anterior solo enaltece a este coloso del valle central, convirtiéndola en un verdadero desafío de poder alcanzar.

Esperamos contar con buen tiempo y que el cerro nos reciba de la mejor manera.

Próximo ascenso volcán Tupungato – 6.585 mts. Read More »

Próximo doble ascenso volcanes Guallatiri y Acotango.

Guallatiri y Acotango: doble ascenso

Nueva página con información de logística, programas y valores del doble ascenso a estas 2 montañas que superan los 6 mil metros de altitud, emplazadas en pleno altiplano chileno.

Volcanes Guallatiri y Acotango

Fechas de ascenso a partir de junio de 2023.

• 17 a 25 de junio, 2023.
• 1 a 9 de julio, 2023.
Fechas flexibles para grupos o clubes organizados.

Próximo doble ascenso volcanes Guallatiri y Acotango. Read More »

¡Cumbre Tres Cruces Central y Norte!

¡Nueva paliza seismilera!

Durante enero conseguimos ascender 3 montañas de 6 mil metros en la zona de la Puna de Atacama, alcanzando 2 de los 3 cerros propuestos inicialmente, con un tiempo que acompañó siempre y un grupo súper fuerte y motivado.

  • Tres Cruces Norte – 6.030 – cumbre
  • Medusa – 6.180 – pendiente, quedamos muy cerca…
  • Tres Cruces Central – 6.650 – cumbre

Como es habitual, comenzamos el proceso de aclimatación en la comodidad de @refugiomaricunga para luego establecer el CB en Laguna Verde, donde hicimos los primeros seismiles; después partimos equipados al campamento alto de los Tres Cruces (5.930), desde donde salimos a cumbre.
Felicitaciones a todos  —Cathy, Tere, Alejandra, Renato y Alejandro por el apoyo en el campamento y guiado— por las cumbres y la excelente disposición, buena onda y ánimo cada día

¡Cumbre Tres Cruces Central y Norte! Read More »

¡Cumbre Ojos del Salado – 6.893 mts!

¡Nueva cumbre 🌋Ojos del Salado, 6.893 mts!

En un día increíble —casi caluroso— alcanzamos la cumbre del volcán más alto del mundo el sábado 28 de enero.

Esta vez se trató de un doble ascenso (2 grupos diferentes) donde compartieron, además del campamento en Laguna Verde, el ascenso de otros seismiles de la zona (San Francisco y Barrancas Blancas) y el día de cumbre al Ojos, alcanzándola juntos. Excelente día, buen tiempo y mejor ánimo para subir hasta el punto más alto de esta durísima montaña quien, a pesar del extraordinario día, resultó como siempre pesada y agotadora. 

Felicitaciones a Tomás F., Rafael, Sebastián, Tomás V., Francisco y Claudio, más al apoyo y guiado de Fernando, por la cumbre y la buena onda durante todo el viaje.

 

¡Cumbre Ojos del Salado – 6.893 mts! Read More »

¡Cumbre Marmolejo – 6.108 mts!

Cumbre Nevado Marmolejo

Los días 22 a 26 de diciembre ascendimos el Nevado Marmolejo, de 6.108 mts. —el 6 mil más austral del mundo—, consiguiendo la cumbre el día 25, en un excelente día, casi nada de viento pero con algunas nubes sobre el final que dejaron caer unos cms. de nieve ya en el campamento.

No había nadie más en la montaña, lo que convirtió el ascenso aún más especial, fuera de una bolsa de basura que alguien brillantemente dejó de recuerdo, la cual fue bajada, por supuesto.

¡Cumbre Marmolejo – 6.108 mts! Read More »

¡Nuevas cumbres, expedición 3×6!

Nueva expedición 3×6 finalizada

Hace poco más de 1 semana regresamos de un nuevo ascenso a 6 miles en el norte del país. Calentamos motores en los cerros 7 Hermanos (4.850) y Santa Rosa (4.820) antes de ir por los siguientes objetivos:

-Tres Cruces Norte (6.020)
-Vicuñas (6.067)
-Ojos del Salado (6.893)

Excelente tiempo durante los ascensos de las primeras montañas, pero esta vez el Ojos nos mandó de regreso para abajo (igual que a todos los que subimos ese día) debido al fuerte y gélido viento.

Nuevamente, felicitaciones a Teresa y Horst por las cumbres y sobre todo por los excelente momentos vividos durante el viaje.

¡Nuevas cumbres, expedición 3×6! Read More »

Camino al volcán Tupungato

Camino al volcán Tupungato

El cajón del río Colorado, además de ofrecer un trekking espectacular durante sus largos kilómetros de marcha, entrega verdaderas postales por las montañas que lo rodea —muchas de ellas que registran pocas visitas—, pudiendo apreciar desde las alturas de este extinto volcán un paisaje verdaderamente sobrecogedor de los Andes centrales.

Camino al volcán Tupungato Read More »

Ascendiendo el volcán Sierra Nevada de las Lagunas Bravas

Sierra Nevada desde Laguna Brava, 4.350 mts. aprox., vista hacia el sur. Febrero 2022.

Ascenso al volcán Sierra Nevada de las Lagunas Bravas

Hacia el noreste del complejo fronterizo San Francisco —ubicado a orillas del salar de Maricunga—, III región de Atacama y en una amplia zona donde abundan montañas que superan la mítica barrera de los 6 mil metros de altitud, se encuentra un escondido volcán, el que registra muy pocos ascensos debido a lo poco conocido que resulta para un gran número de montañeros. Se trata del volcán Sierra Nevada de Las Lagunas Bravas —pedazo de nombre— de 6.127 mts., cuya cumbre se eleva justo en el límite internacional, siendo la parte más alta de un gran macizo de 8 cumbres que sobrepasan los 5 mil metros de altitud.

Escondido

Escasamente visitado —al menos el libro de cumbre indica un último ascenso en 2015— ofrece un viaje sobrecogedor solamente en el acercamiento, pues hay que atravesar extensos arenales, huellas poco definidas, conducción literalmente sobre el lecho de un río (río Negro) en un tramo y lagunas de color turquesa impresionantes.

Bien vale la pena guardar un par de días extras para continuar con el viaje hacia el norte para poder acercarse, rodear y apreciar genuinamente estos impresionantes cuerpos de agua salobres de altura, que se mantienen también escondidos al recibir pocas visitas generales.

Campamento base Sierra Nevada, aprox. 5150 mts.

No es simple llegar hasta el campamento base de esta montaña, pues hay que internarse por un antiguo camino minero desde donde extraían azufre varios kilómetros adentro y luego buscar alguna pasada sobre un portezuelo donde se supone que debe haber alguna tímida marca de ruedas que baja hacia un arenoso y apartado valle. Es fácil decepcionarse al ver el cerro a lo lejos, pues al no haber un camino ni huellas claras queda la impresión de que hay que caminar desde ese alejado punto, desmoralizando incluso a los más fuertes.

Tras encontrar estas marcas, se gana algunos cientos de metros a través de rocas, arena y más rocas, lo que no se traduce en un gran avance, pero se agradece igualmente.

Acampando

El campamento —dependiendo cuál se escoja— es un lugar muy lindo, relativamente protegido por un morro de rocas y al pie del camino hacia la montaña. No hay agua pero es posible encontrar algunos neveros alejados para obtenerla.

La ruta es, en palabras simples, eterna. Sí, no termina nunca. Son cerca de 18 kms. hasta la cumbre, lo cual no se traduce necesariamente en un problema o un motivo para ni siquiera intentarlo, si no lo que se oculta tras muchísimas horas de marcha. Pero no nos adelantemos.

Primeras horas de luz en el volcán, aprox. 5.650 mts. Vista hacia el sur.

La marcha no es muy diferente al resto de los ascensos en la zona: arena, piedras, viento, tramos de nieve y frío, sólo que ahora es inusualmente extenso, pero no es muy distinto. Algunas lagunas, franjas de penitentes que deben ser rodeados y que aparentan no terminar nunca y —reconozco fue duro—, algunas bajadas a valles donde se perdía altura, teniendo que obligadamente volver a recuperar esos metros una y otra vez.

El cerro

El sol aún no salía, pero las primeras horas de luz que aclaraba tímidamente la negra silueta del Sierra Nevada desde el oriente indicaba inequívocamente que la montaña seguía aún muy lejos de alcanzar, pero con la energía y, sobre todo, motivación para continuar no resultaba un problema. Y la verdad nunca lo fue, sí, pero no digamos que el cerro se dejó subir tan fácilmente.

Finalmente la cumbre se deja apreciar tímidamente a la distancia.

 

Irritación —o  más bien, envidia— a más no poder nos causó ver unas borrosas marcas de 4×4 cerca de la base del volcán, luego de varias horas de marcha. Por las dimensiones de las huellas y separación de las ruedas debió tratarse de un Unimog que tal vez cruzó desde Argentina, porque al menos desde Chile nunca pudimos entender desde dónde provino…montañismo del siglo XXI.

Ya de día y con el sol de frente que molestaba bastante, alcanzamos la base del volcán y subimos pesadamente por unos tramos de roca descompuesta y nieve. Por fin pudimos visualizar lo que quedaba de camino hacia la cima. Se veía clara, limpia y hermosa, en un día aún más claro, limpio y hermoso. Revisamos la ruta de los GPS y lo comparamos con un relato de referencia (Andeshandbook) y comprendimos que, aunque es cierto que restaba mucho trabajo aún, lo más duro quedaba atrás.

A pesar de la gran altitud, en días soleado y sin viento el calor puede resultar intenso.

Ingenuidad pura.

Calor y más calor

Mucha nieve y sol fueron compañeros inseparables durante esas interminables e insufribles horas sobre los casi 5.900 mts. de marcha tratando de alcanzar el cono que indicaba el final del cerro. El calor —¿a esa altitud?, válidamente se preguntarán— insoportable. Así es. Reitero: insoportable. ¿No me creen? No me importa; era insoportable. ¿Viento? cero brisa y no llevamos ni un abanico. Los gorros nos cubrían —era que no— la cabeza, pero el glaciar y los neveros reflejaban todo los rayos que generosamente enviaba el sol.

Pero ya faltaba poco. Sí, es cierto.

Pero recordemos lo mencionado algunas líneas párrafos arriba “(…) si no lo que se esconde tras varias horas de marcha”.

Para no creerlo. Broma, chiste de mal gusto. Y eso que no se ve tan lejos.

Muy simple: el mentado relato indicaba la presencia de una bajada desde lo que se presumía era la cumbre para luego volver a subir, trámite que no debía tomar —según aquellas líneas— 45 minutos a 1 hora. El asunto es que esto era luego de muchísimas horas de ininterrumpida marcha, por lo que agregar ahora esos minutos era, en el papel, mentalmente agotador. Pero había que terminar.

La sorpresa

Grande fue la impresión al encontrarse con este último tramo.

¡Pero cómo podía ser así! La imagen no se ajustaba nada a lo que veíamos en la publicación. “Pero lógico que nunca es así”, dirán uds., sí, ok, pero no, no lo esperábamos; para qué voy a mentir.

¡Cumbre Sierra Nevada!

En fin, la mejor sonrisa y a ponerle bueno. ¿Si pensamos en devolvernos? Sinceramente, ganas no faltaron pienso, pero no le dimos la oportunidad a que esa opción nos envenenara la cabeza. Había que hacerla “shorty”.

Felices finalmente

Ni tanto. Igual fueron más de 2 horas, más yo creo, hasta la cumbre, pero no fue tan atroz, fíjense. ¿Y la cumbre? linda ella, nada que decir; tremendas vistas en 360 grados. Lo pesado era bajar ese último tramo para luego volver a subir. Eso sí que sonaba feo, pero tampoco fue tanto; fue más ruido al final que otra cosa.

La bajada fue larga, muy larga y ventosa en ocasiones, pero la tarea estaba parcialmente terminada, pues sólo restaban algo así como 18 kms para regresar al campamento…una cosa poca.

Ya de noche y con algo de luna alcanzamos nuestras sintéticas moradas, para devorar algo rápido y perderse dentro de los sacos de dormir hasta el día siguiente.

 

Aún quedaba otro 6 mil.

Febrero 2022.

Laguna camino de regreso al camp.

 

Ascendiendo el volcán Sierra Nevada de las Lagunas Bravas Read More »